Desigualdad de Género en 2024: Reflexión sobre los Principales Ámbitos Afectados

 

Desigualdad de Género en 2024: Reflexión sobre los Principales Ámbitos Afectados

En pleno 2024, la desigualdad de género sigue siendo un tema clave en la agenda social y política. A pesar de los avances significativos en las últimas décadas, la brecha entre hombres y mujeres persiste en varios ámbitos fundamentales de la sociedad. En este post, reflexionamos sobre algunos de los principales ámbitos donde esta desigualdad se evidencia, basándonos en datos recientes de informes como “Mujeres en cifras” del Instituto de las Mujeres y “Mujeres y Hombres en España” del Instituto Nacional de Estadística (INE).

1. La brecha salarial y el empleo

Uno de los indicadores más claros de la desigualdad de género es la persistente brecha salarial entre hombres y mujeres. Aunque las políticas de igualdad salarial han sido impulsadas en muchos países, en 2023 las mujeres aún ganan menos que los hombres por trabajos similares. De acuerdo con los datos disponibles, esta diferencia salarial sigue oscilando entre el 10% y el 20%, dependiendo del sector y la región.

Además, las mujeres se enfrentan a una mayor precariedad laboral, ocupando más frecuentemente empleos a tiempo parcial o con contratos temporales. Estas condiciones dificultan su avance en la carrera profesional y perpetúan la desigualdad económica. También es notable la segregación laboral, con las mujeres predominando en sectores peor remunerados como la educación, los cuidados y los servicios, mientras que los hombres siguen dominando sectores como la tecnología y la ingeniería.

2. Subrepresentación en cargos de liderazgo

En el ámbito empresarial y político, la presencia de mujeres en cargos de liderazgo sigue siendo limitada. Aunque en los últimos años ha habido un impulso para implementar cuotas de paridad en muchas organizaciones y parlamentos, los datos muestran que las mujeres ocupan menos del 30% de los puestos de toma de decisiones en grandes empresas y gobiernos. En muchos casos, los hombres continúan monopolizando los niveles más altos de responsabilidad, lo que perpetúa un techo de cristal que limita las oportunidades de las mujeres para acceder a posiciones de poder.

3. Conciliación laboral y familiar

Uno de los mayores desafíos para las mujeres en el ámbito laboral sigue siendo la conciliación entre el trabajo y la vida familiar. Aunque el permiso de paternidad ha aumentado en muchos países, las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las tareas domésticas y del cuidado de hijos o familiares. Este fenómeno, conocido como la "doble jornada", afecta no solo su bienestar personal, sino también su capacidad para ascender en el trabajo y acceder a mejores oportunidades profesionales.

La pandemia de COVID-19 intensificó esta desigualdad, ya que muchas mujeres tuvieron que reducir sus horas de trabajo o abandonar sus empleos debido a la falta de apoyo institucional para la conciliación. Aunque en 2023 algunas medidas, como la ampliación de los permisos parentales, han mejorado la situación, la corresponsabilidad sigue siendo una asignatura pendiente en la mayoría de los hogares.

4. Segregación en la educación

Otro aspecto preocupante es la segregación educativa que persiste a nivel universitario. A pesar de que las mujeres han superado a los hombres en términos de matrícula y titulación en la universidad, todavía se observa una marcada división en las áreas de estudio. Las mujeres siguen estando infrarepresentadas en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), lo que limita sus oportunidades en sectores emergentes y mejor remunerados. Mientras tanto, predominan en carreras tradicionalmente vinculadas a los roles de cuidado, como las ciencias sociales, la salud y la educación.

Conclusión

A pesar de los avances logrados, los datos de 2024 muestran que la desigualdad de género sigue siendo una realidad en múltiples ámbitos. La brecha salarial, la subrepresentación femenina en cargos de liderazgo, las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar, y la segregación educativa son solo algunos de los muchos desafíos que enfrentan las mujeres hoy en día.

Combatir esta desigualdad requiere políticas públicas más efectivas, un compromiso real por parte de las empresas y una transformación social que promueva la corresponsabilidad y elimine los estereotipos de género. Solo así podremos construir una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas.

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